The most powerful aphrodisiacs are within you

¿Sabías que los Afrodisíacos Más Potentes Están en Ti?

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Los afrodisíacos más potentes están en ti. Saberlo te puede facilitar la gestión no solo de tu propio apetito sexual sino el de otras personas. Es fascinante cómo algo que tenemos tan a mano, en nuestro interior, vayamos a buscarlo en forma de sustancias que no funcionan o su eficacia es escasa, sobretodo si la comparamos con la de los afrodisíacos que describiré a continuación. Sin duda tendrá que ver con ese hábito general de buscar fuera lo que tenemos dentro, evitando así el encuentro con nosotros mismos, priorizando el tener antes que el ser. Entre ellos combinan perfectamente, creando afrodisíacos aún más potentes y sofisticados.

En primer lugar describiré los que resultan de una ecuación que por lo menos podemos considerar sorprendente. Así  la muestra Jack Morín en su excelente libro: «The Erotic Mind».

ATRACCIÓN + OBSTÁCULOS= EXCITACIÓN

La mayoría de personas no son consciente de ello, aunque lo hayan experimentado. No lo saben pero lo han «sufrido». Siempre hay alguna dificultad que superar y, si no la hubiese, la fuente de excitación en este caso sería la sorpresa o la anticipación, otros afrodisíacos interesantes. Pero en la mayoría de «calentones», encontraremos alguno de los siguientes afrodisíacos relacionados con los obstáculos:

Anhelo

Pensar en alguien o en una situación, sentir deseo y esperar. Recordar y desear que vuelva a suceder. Fantasear y esperar que suceda… Son diferentes formas de anhelo. Anhelar es sin duda uno de los afrodisíacos más potentes. Repetir y repetir el pensamiento aumenta el deseo, y el deseo crea más pensamientos. Un bucle de pasión que puede llegar a grados extremos.

Violar prohibiciones

En este poderoso afrodisíaco podemos vislumbrar el secreto de la auténtica libertad. Podemos apreciar cómo la represión genera el efecto contrario. Cuando nos prohiben el sexo, generamos más deseo. Quizás sea a nivel inconsciente, ya que podríamos estar traspasando nuestros propios principios, y no querer reconocerlo. ¿Cuantas grandes experiencias sexuales ocurren en situaciones de violar prohibiciones? Personas prohibidas, lugares prohibidos, juegos prohibidos, edades, razas, sexos, manzanas…

El juego del poder

El juego del poder genera también deseo sexual a la mayoría de personas. Poder y sumisión, entrega y posesión, BDSM… diferentes denominaciones alrededor del juego del poder, con límites variados y en contextos muy diversos. Un jefe autoritario o condescendiente, un posible amante abusivo o muy servicial, una imposición, humillación o muestra de atención extrema. Encontramos el factor poder en casi todas las situaciones de la vida, especialmente en el sexo, y es sin duda el rol-play más utilizado por la mayoría de personas como juego sexual. Personalmente utilizo la Entrega & Posesión como una técnica muy efectiva de terapia sexual, especialmente en parejas.

Superar la ambivalencia

Querer y no querer… Una ambivalencia que ayuda a comprender a este afrodisíaco que suele actuar de manera inconsciente. De repente estamos con una persona que jamás habíamos deseado o  ni tan solo hubiéramos considerado como posible amante, haciendo una acción impensable un momento antes, en una situación indeseada… pero excitante. Si nos ponemos a pensarlo, significa romper las normas y nuestros propios valores, y rendirse ante un presente excitante que se impone al pasado previsto. Y much más: Aceptar lo que no aceptábamos y abrirnos a lo que no nos abríamos. Aceptación y apertura, los pilares del tantra.

Aparte de estos pilares del erotismo, com Jack Morin los denomina, tenemos otros factores que afectan muchísimo nuestra libido, y muestran que los afrodisíacos más potentes están en ti, y en tus manos está el utilizarlos.

La regularidad como afrodisíaco permanente

A lo largo de los años, he observado que hay hábitos sexuales que favorecen la excitación y el deseo.

La regularidad con que practicamos las técnicas que describo a continuación es determinante para conseguir un elevado estado de excitación. Cada persona debe encontrar su ritmo. Puede variar muchísimo: De varias veces al día a ¿una vez a la semana?.

Masturbarse

Nos permite practicar diferentes técnicas, como la respiración, la voz y el movimiento, utilizar fantasias, hacerlo de diferentes formas, etc. Si somos capaces de excitarnos y darnos placer a nosotros mismos, no nos sentiremos necesitados, y éste estado de plenitud favorece la excitación sexual en la relación con otras personas.  Masturbarnos regularmente es un hábito sano que nos mantiene conectados con nuestra energía sexual. La creencia general con respecto a la masturbación suele ser lo contrario: Que es una forma de perder energía. Es como si no hiciéramos ejercicio para ahorrar energía.

Tener orgasmos

He ahí un ejemplo de que es más importante la forma que el objeto: Del mismo modo que obsesionarse con tenerlos y forzarlos puede ser un anti-afrodisíaco, el provocarlos, si no supone un gran esfuerzo y es de forma relajada, ayuda a mantener a nuestro organismo conectado con el medio más simple que tenemos los humanos de alcanzar el éxtasis: el orgasmo.

Eyacular

Eyacular regularmente ayuda a sentir excitación sexual, siempre que no abusemos. En contra de lo que muchas creencias «tántricas» puedan decir, mi propia experiencia y la que he conocido de muchos hombres en mi vida personal y profesional, así lo confirma. De nuevo, la regularidad óptima para cada individuo es muy dispar. En la eyaculación femenina los efectos de la regularidad son también afrodisíacos. Los hábitos sexuales sanos favorecen la conexión sexual.

Tener sexo

La práctica crea, mantiene y prolonga el hábito. Y si procuramos aprender, añadir nuevas técnicas, cambiar formas, situaciones, etc., estaremos además modificando el hábito constantemente, lo que evitará caer en la monotonía. Practicar sexo regularmente es la manera más eficaz de mantener el apetito sexual. Por supuesto si lo forzamos, obtendremos el efecto contrario.

Otros afrodisíacos

Tener Fantasías / Proponerse realizarlas

Fantasear sobre relaciones sexuales es una costumbre muy afrodisíaca. Gracias a las fantasías podemos excitarnos sin riesgos, además de ejercitar la imaginación, podemos añadirle las técnicas anteriores. Para aumentar su efecto excitante, basta con aumentar el propósito de realizarlas.

Mezclar emociones

Emociones tan variadas como paz, ansiedad, euforia, alegría, rabia, culpa, amor, etc., son solubles a los afrodisíacos anteriores, por lo que se pueden convertir en un potenciador de excitación.

Desocupación

Tener tiempo libre es uno de los factores que mas influyen en sentirnos sexuales y excitados. Por lo tanto, las agendas apretadas  y el estrés que suelen generar, actúa como un antiafrodisíaco. Deberemos considerarlo si queremos aumentar nuestro deseo.

La mayoría de veces les digo a mis clientes que el efecto de la solución encontrada en una sesión depende de su compromiso y práctica en el futuro. En este caso, tan solo con saber que los afrodisíacos más potentes están en ti, facilitará que los utilices a tu conveniencia para aumentar o gestionar tu excitación y la de los demás. Para ponerlo más fácil, siempre puedes buscar la ayuda de un profesional de la sexualidad, un Sex Coach, que te ayude a sacar partido de este potencial en tu interior. En una sesión de Sex Coaching se trata la sexualidad como una forma de empoderamiento, y es la forma mas eficaz de coaching que he conocido.

Si quieres aprender sobre esta forma tan efectiva de utilizar la sexualidad, inscríbete en el próximo Seminario de Sex Coach Tantra: Sanación y Transformación a través de la Sexualidad

Jordi Oller

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