Las sesiones son para abrir espacios de vivencia a nivel mental, emocional o físico.
Son la forma más efectiva que he conocido para explorar el Ser a través del placer.
Es muy importante que respetes tus miedos, hábitos y resistencias. Jamás iremos más allá de donde tú quieras. Como profesional, ésta es una regla que no admite excepciones -me juego mi reputación- y que tú consigas tu objetivo.
Lo que se manifiesta en tu día a día, lo podemos tratar en la sesión a nivel mental, emocional o físico, como en un laboratorio, y expandirlo: Experimentar un gran placer, amor o excitación, descubrir nuevas formas o darte cuenta de que no lo sientes, descubrir o comprender el porqué de una emoción o bloqueo físico, etc.
Pero lo más importante es que aprendas a dirigir la sesión, porque esto te llevará a dirigir tu placer y tu vida, sin depender de nadie ni nada.
Esta maestría se aprende desde la primera sesión.
Se trata simplemente de disfrutar de la sesión… y de la vida. (O comprender por qué no la disfrutas y remediarlo)
Cómo es una sesión
Empieza con una conversación donde me transmites tus deseos, objetivos o quiebres y organizamos la sesión con las técnicas que acordemos.
La parte principal de la sesión suele contener trabajo corporal y – o meditación, ya que suele ser mas efectivo centrarse mas en la experiencia y no tanto en hablar de ella, aunque siempre dependerá de tus deseos o necesidades.
La sesión termina con una conversación acerca de la experiencia vivida, lo aprendido y su proyección al futuro.