Es la observación consciente de nosotros mismos o de una parte de nosotros mismos, siendo simplemente testigos de nuestro cuerpo, emociones y mente.
Aparte de ser la principal técnica de relajación, nos facilita la desidentificación con nuestro cuerpo, emociones y mente, lo que nos permite intervenir, si así lo deseamos, para cambiar hábitos o poner la atención allí donde deseamos. Esto significa nada más y nada menos que auténtica libertad. Es sin duda la técnica más imprescindible para la toma de consciencia de nosotros mismos y para la transformación personal.
Podemos incorporar la meditación a cualquier otra técnica, como respiración, movimiento, voz, masaje, masturbación, mirada, etc.
Por ejemplo, podemos meditar mientras recibimos un suave masaje repetitivo, en una zona del cuerpo y así relajarla y aliviar bloqueos en forma de tensión o dolor muscular, dejar que surjan emociones vinculadas u obtener claridad acerca de la interpretación mental que las provoca.
Será importante determinar el tipo y el sentido de la meditación, que surge de una conversación o experiencia previa. Meditar puede ser una técnica milagrosa o una pérdida de tiempo.
Meditar para ser más libre…
La meditación puede ayudarte a…
- Relajarte
- Sentirte más pleno
- Poner atención donde tu quieras: ser libre
- Ser quien quieres
- Dejar de sufrir
- Ser consciente de tu cuerpo, emociones y mente
- Disolver bloqueos emocionales, corporales y mentales
¿Qué tipo de meditación utilizar? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Cómo? ¿Cuándo?
Las sesiones están estructuradas de forma que seas consciente de ello y dirijas tu propio proceso. Es muy importante que sea así.