7 Buenos Objetivos Sexuales Para 2016

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Elaborar una lista de 7 Buenos Objetivos Sexuales Para 2016 pudiera parecer una contradicción si consideramos que la buena práctica sexual o el sexo tántrico no requiere objetivos, sino vivirlo con aceptación y apertura, evitando caer en hábitos tan comunes y limitantes como la necesidad de penetración y conseguir un orgasmo. Pero no estamos hablando de vivir una experiencia, sino de planear el futuro para que las experiencias que vivamos sean más gratificantes, tanto a nivel de placer, como de salud y transformación personal.

Tener buenos objetivos sexuales es imprescindible para una buena sexualidad, tanto a nivel individual como de pareja. Nos abren posibilidades de futuro, y esto conlleva emociones positivas: ganas, esperanza, ilusión, novedad, aventura, etc. y así librarse de las negativas: monotonía, obligación, aburrimiento, desgana, etc. Así que aquí van 7 buenos objetivos sexuales:

1. Dedicar más tiempo a la masturbación y el auto placer

Tener la capacidad de ser autosuficientes a la hora de darnos placer, significa nada menos que no estar en la necesidad de obtenerlo a través de otras personas, lo que hace que las relaciones con otras personas fluyan de forma natural. Esta capacidad se consigue practicando.

2. Más tiempo para practicar sexo

En la actualidad, estar muy ocupado con mil asuntos es lo normal. Si no dedicamos tiempo al sexo es imposible disfrutarlo y aprender con él. Dedicar tiempo al sexo y al placer es dedicar tiempo a ser felices.

3. Explorar nuevos placeres

Tendemos a decir: Esto me gusta y esto no me gusta, y así hacemos lo de siempre y cerramos la puerta a nuevas sensaciones, que requieren una actitud abierta a explorar practicando. Si no nos abrimos a explorar nuevas sensaciones caeremos en el aburrimiento. Es la clave para disfrutar del sexo a largo plazo con la misma pareja.

4. Atender a la parte de atrás

El ano es una fuente de placer ilimitada, tanto para quien la tiene totalmente olvidada, como para quien la disfruta más que cualquier otra. Es una de las zonas del cuerpo con más terminaciones nerviosas pero sobretodo de diferentes tipos, proporcionando combinaciones de placer infinitas. Por lo tanto, si le atendemos, sea al nivel que sea, interno o externo, sutil o intenso, nos recompensará con más sensaciones, relajación y salud en general.

5. Aprender a intensificar el placer

Mediante respiración,  voz y movimiento podemos intensificar el placer sin límites. Y por supuesto de otras muchas formas. Aumentar el grado de intensidad de lo que ya nos gusta podemos considerarlo como trabajar nuestros puntos fuertes y de sentido común.

6. Ser sexuales en todo momento

Somos seres sexuales en todo momento. Otra cosa es practicar sexo. Pero… ¿A que consideramos practica sexual y a que no?  ¿Y si empezamos a considerar que en todo momento podemos sentirnos conectados con el cuerpo, sentir placer, un grado de excitación y amor? Si entendemos que el placer se obtiene de ésta conexión sexual, podremos expandir la capacidad de sentirnos sexuales, sensuales y amorosos, continuamente. ¡No hay límite!

7. Ser amor, no buscarlo

El amor es tan escurridizo como la arena fina de la playa en la mano. Cuando mas lo anhelamos, menos lo conseguimos. No se tiene, se es. Se es amor aceptando profundamente: a nosotros mismos, a los demás, a la persona que tenemos delante, al mundo, al pasado, etc. Crear el hábito de aceptar y entregarnos, en lugar de buscar el amor en alguien o fuera de nosotros puede ser el objetivo más importante de nuestras vidas.

El coaching es el arte de conseguir objetivos. El tantra es el arte de la felicidad. Aunque si el objetivo es ser felices, ambos paradigmas se unen. Utilizarlos conjuntamente para obtener plenitud sexual es lo que hace la nueva terapia para tratar disfunciones sexuales y problemas de pareja. Aunque en realidad no es terapia, es la forma más eficaz para alcanzar la plenitud sexual y existencial.

 

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