Somático significa relativo al cuerpo.
Cualquier actividad mental y emocional somatiza en el cuerpo de algún modo: dolor, placer, enfermedad, salud, postura, respiración, ritmo cardíaco, bloqueo, tensión, contractura, relajación, funcionamiento del aparato digestivo, vitalidad, movimiento, etc.
El Coaching Somático centra su intervención en el cuerpo considerando las emociones y mente como parte de éste.
Esta intervención puede ser en forma de simple observación o aplicando técnicas de meditación y trabajo corporal. El trabajo corporal tiene la ventaja de que permite combinar infinidad de técnicas y obtener un resultado rápido, concreto y evaluable. En general la efectividad del coaching aumenta cuando podemos tocar, mover o respirar en la zona del cuerpo que estamos tratando. Así, es común que a partir de una sensación corporal surja una emoción, y más tarde aparezca espontáneamente un recuerdo, que explique el porqué de un comportamiento o patología.
Para cambiar algo en nosotros, ya sea a nivel físico, emocional o mental, la simple comprensión y voluntad no es suficiente para conseguirlo. Deberemos cambiar hábitos a todos los niveles, y ello requiere acción corporal: “Ponerle el cuerpo”.
«Ponerle el cuerpo»
Vivimos en una sociedad racionalista que promueve una hiperactividad mental frenética centrada en el tratamiento de la información y actuar para obtener resultados, y nos olvidamos de ser quien queremos ser y disfrutar del momento. La clave para esa conexión y disfrute de la vida, es decir, la felicidad, es la conexión con el cuerpo.
La forma más sencilla y eficaz de conexión con el cuerpo es sentir placer físico, o dolor. Esto nos permite comprender que el camino más interesante y efectivo para una buena salud física, emocional y mental es el camino del placer, preferible al camino del dolor. Esta efectividad concuerda con la del tantra.
Abordar el placer desde la sexualidad multiplica aun mas esta efectividad. Si le añadimos el poder del coaching, descubrimos un paradigma extraordinario: Sex Coaching.